jueves, 4 de agosto de 2011

566 días de esclavitud

ha sido un día abrumador, sobre todo porque g. ha tenido un detalle conmigo, un gran detalle. g. es un amigo que conozco desde hace al menos 6 años y del que he sido testigo privilegiado de cómo ha evolucionado, cambiado, madurado y se ha convertido en un tio que acepta y vive alegramente su fetichismo por las botas y las zapas. en estos días se cumplían el sexto aniversario de su llegada a gran canaria, donde ha encontrado un lugar para vivir, desarrollarse, hacer amigos y crecer. pues para celebrar ese acontecimiento, y adelantando mi regalo de cumpleaños, que es próximamente, me ha regalado un par de botas altas de cuero, impresionantes. parecen botas de montar, son al menos así de altas, pero realmente parecen más tipo militar, de esos militares prusianos o centroeuropeos. son increíbles. quisiera agradecerle a g. este detalle que me ha abrumado. mañana colgaré algunas fotos de las botas. lo primero que llama la atención es su olor, penetrante, omnipresente. luego viene su brillo, cuero puro y duro. es uno de los mejores regalos que me han hecho nunca.
mi Dueño está de vacaciones en el norte de la península y me he sentido cercano a él, a pesar de la distancia. espero poder volver a estar pronto a sus pies, llevando estas botas como muestra de mi sumisión y entrega a El.

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