sumisión, sumisión, sólo sumisión. no puedo dejar de repetir ese mantra, que me ocupa toda la cabeza, constantemente, una y otra vez, sin parar, sin dejarme un solo momento. es una obsesión, una constante, una repetición sin fin. ya no sé si es la expresión de un deseo o la liberación de una necesidad reprimida en lo más profundo de mi ser. no sé si es la manifestación de mi naturaleza o el destino inexorable al que me dirijo. en cualquier caso, y a pesar de otras cosas, lo único que hay en mi vida actualmente es eso: sumisión, sumisión, sólo sumisión.
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