profundizar en la sumisión es difícil, complicado. pasar de sumiso a esclavo y de esclavo a perro produce tensión y ansiedad. las razones son obvias: aumenta el control por parte del Amo y la indefensión por parte del esclavo, las exigencias aumentan, las órdenes son más profundas y radicales..... todo un sinfin de cosas. sin embargo también las compensaciones son mayores: sólo tienes que obedecer, otro lleva las riendas con lo cual la tensión de la decisión desaparece; no puedes equivocarte... pero sobre todo lo que pasa es que alguien cuida de ti, te protege y te ayuda, te guía por el camino de la realización personal.
por supuesto eso no se experimenta antes de dar el paso, un paso que debe ser meditado, tranquilo, sopesado.... desconfio de aquellos sumisos que se ofrecen a la primera sin valorar las consecuencias. esos serán también los que primero se marchen cuando la cosa se ponga mínimamente seria. hay una relación entre ambas cosas. por eso los Amos deberían valorar especialmente a aquellos que les cuesta dar el paso, que no se atreven a someterse a la primera de cambio. esos son los que darán el sí de una forma más profunda, porque así como nos cuesta entrar, también nos cuesta salir. un esclavo que se somete habiéndolo pensado bien es un esclavo que se mantendrá fiel durante el camino.
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