uno de los momentos más excitantes que recuerdo haber tenido con mi AMO fue una vez en su habitación. estaba detrás mi e iba atándome todo el cuerpo poco a poco, con parsimonia. cada vez que hacía un nudo o apretaba las cuerdas, este perro sentía que iba bajando en su sumisión. la respiración se iba haciendo más pesada y profunda. mientras me cubría de cuerdas me desvestía de identidad, dejaba de ser yo para ser un esclavo, un objeto, su propiedad. esta foto me recuerda aquella escena. el esclavo parece aceptar su situación. las cadenas no dejan lugar a dudas.
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