las navidades han pasado, una nueva farsa de fraternidad y familia ha tenido lugar. los comercios hacen balance de sus ganancia. los estómagos se resienten y ya podemos seguir odiando, de nuevo, a nuestros vecinos. los adornos se guardan y esos buenos sentimientos, que no hemos sentido realmente, desaparecen. ¿pesimista? mucho en estos días. cada día que pasa, cada segundo que paso pensando en nuestra sociedad, más me siento frustrado, impotente y decepcionado por el mundo en el que vivo.
este blog, en general, tiene un tono bastante positivo, pero eso es porque sitúo a mi AMO en el horizonte y me siento muy afortunado de que me haya encontrado y me haya aceptado como su servidor. eso compensa el resto.
irónicamente gran parte de este malestar propio viene por el comportamiento de la gente en un tema en particular: la búsqueda del poder. la mayoría de la gente que conozco tiene un único objetivo, un único motor: adquirir cada vez más poder; algo si no lo tienes, mucho más si ya dispones de él. el poder económico, político, social, parece la gran panacea de nuestro tiempo. todos en occidente, algunas más que otros, tenemos el estómago lleno; ahora lo que deseamos es poder.
por esto este blog es tan desconcertante para muchos ¿cómo puede vivir alguien que renuncia al poder? ¿cómo existir sin querer siempre más y más dinero, prestigio, posición social...? esto no es normal, tiene que ser una enfermedad. y tal vez lo sea pero es la mía y la que quiero vivir y compartir. tan obcecados estamos en conseguir poder que nos hemos olvidado que eso nos convierte en prisioneros de nosotros mismos, de nuestros propios deseos, de nuestras propias ideas inconscientes. la lucha por el poder es una lucha, no deja de ser una lucha; sin darnos cuenta de que la verdadera batalla se está produciendo en nuestro interior, dentro de nosotros mismos.
renunciar al poder no es fácil, pero es el único camino para la paz. eso no significa ser pisoteados, ni que abusen de nosotros; significa ser consciente de que no aspiramos a más que lo que nos hace felices, y eso no suele ser el poder.
una relación de sumisión hace esto visible: renunciar al poder en otro y aceptar el poder de otro crea un vínculo que libera del otro crea un vínculo que libera de esta batalla inútil donde gastamos fuerzas y energías.
ningún lugar mejor que una mazmorra para reflexionar sobre este tema; y ningún tema mejor para comenzar estas reflexiones desde mi mazmorra.
feliz semana.
sumisión en silencio y obediencia.
1 comentario:
en tu texto aparece mi concepto de sumisión: sumisión=libertad
por eso debemos estarle aún más agradecido al AMO, por que es ÉL el que nos da esa cualidad sin la que el perro no es libre, la sumisión
cadizsclavo
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