sábado, 18 de diciembre de 2010

cenas de navidad

ayer tuve una de esas cenas de navidad donde se supone que se avivan los mejores sentimientos en estas fechas, y donde realmente los restaurantes y bares hacen su agosto. iba con la esperanza de divertirme y sentirme a gusto, y sin embargo recibí el ataque homófobo más duro de los últimos meses. uno de los comensales recorrió, con bastante poca originalidad, todos los tópicos que se usan para descalificar a los gays.
cometí el error, y por eso escribo esto, como obediencia a mi AMO de humillarme públicamente, de contestarte. y se inició una discusión muy fuerte. tenía también sobre mi cabeza la orden de mi AMO de no dejarme pisar por nadie, salvo por EL mismo y por aquellos que EL ordenase que me pisasen. el otro no se fue de rositas.y todo esto sin saber que soy un perro y un esclavo. si lo hace seguro que me escupe a la cara o algo parecido.
hablaba con tanta rabia que lo empecé a pensar, y aún lo pienso, que lo que quería era acostarse conmigo, que este perro le gusta y que estaba convirtiendo su frustración en rabia y odio. la sangre no llegó al río pero aquello fue suficiente para situarlo vitalmente a varios kilómetros de distancia. si pretendía conseguir algo conmigo la lleva clara, no sólo porque estoy casi seguro que mi AMO no se lo permitiría, sino porque, para colmo de males.... es muy feo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola: Me has arrancado una sonrisa con la última frase, muy graciosa. Me surge una duda ¿La persona en cuestión sabía que eres gay? o ¿ se enteró cuando tú le replicaste? Un saludo felices fiestas.
pd: No desistas en tus entradas a este blog, somos muchos los que te leemos aunque no contestemos.

Anónimo dijo...

Hay una serie de opiniones despectivas en cadena en la que nosotros ocupamos el lugar de la última minoría. Al otro extremo de lo que cuentas, el otro día se me ocurrió pedir publicamente en un chat gay de sumisión/dominación la opinión sobre la idea de que un Amo me encerrase permanentemente y me cayó una buena por parte de casi todos. Ya me sentía como un mounstro cuando me acordé de que tu blog es una continua reflexión sobre la misma idea. Menos mal que estás ahí.