y como no hay dos sin tres, se completa aquí el trío de botas. esta foto es un clásico, pero no por ello vamos a prescindir de ella. la imagen de estas botas subidas en esta especie de aparador no puede dejar a ningún botero indiferente. es un juego fotográfico muy hábil, donde la cara del esclavo está ausente, incluso a pesar de tener un espejo delante y tener poco sitio donde esconderse. no es eso lo importante, lo importante son las botas que lo sostienen y que evitan que se caiga de donde está subido. aunque a mi AMO le gustan más las botas vaqueras, especialmente las sendra, éstas no le parecen desagradables a este esclavo. se llaman de arnés y no hay duda de que tienen su punto. por supuesto no son como las de mi AMO, pero unas botas son unas botas.
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