ser sin el "yo"

el lunes tuve una de esas conversaciones con mi AMO el las que profundizó y urgó en mi interior. es su derecho y, sinceramente, a mi me encanta que lo haga, aunque a veces salga con otra norma, más responsabilidades, o algo revuelto. EL moviliza mi interior, mueve cosas para irlas poniendo en su sitio. el útltimo trabajo en el que me embarcó fue, a raiz de su cumpleaños, limar las resistencias y asperezas que pudiera tener, tanto consciente como inconsciente. para eso estoy comenzando a utilizar su voz. me ha mandado un mensaje de voz con unas frases, un mantra, que he metido en el ipod y que escucho cada vez que tengo ocasión. de esa forma mi mente se va empapando del sentido de esas palabras. es una forma de reprogramación.

estábamos hablando de eso cuando me surgió una súplica del interior. le supliqué que me permitiera erradicar la palabra "yo" de mi vocabulario con EL y en mi vida real. me ordenó que justificara tal súplica y así lo hice. cuando alguien desea un cambio, bien en el interior o en el exterior de su vida, normalmente no sabe por dónde empezar. mi experiencia me ha dicho que tampoco es tan importante por donde empieces porque somos unas unidad y todo lo que hagas en una parte, repercute en el todo. si uno quiere adelgazar puede empezar por disciplinarse interiormente o viceversa, cuando comienzas un régimen eso acaba teniendo efectos psicológicos internos.

en este sentido soy plenamente consciente de que mi principal tarea, actualmente, es matar a mi ego, reducirlo al máximo, no dejar que aparezca en la medida de lo posible. creo que el término "yo" es la máxima expresión de ese ego. por eso quiero exiliarlo, desterrarlo de mi lenguaje, y de esta forma, irlo desterrando de mi vida real. la alternativa es la perífrasis, el hablar de mi mismo en tercera persona: este esclavo, este perro, etc. es difícil, pero con práctica creo que es posible. ese es mi trabajo en estos momentos, un trabajo que me ocupa las 24 horas del día y que espero de sus frutos pronto