martes, 21 de septiembre de 2010

delante de las botas de mi AMO, viaje a madrid IV


a pesar de lo que puedan pensar los lectores del blog, soy una persona muy tímida. es cierto que desvelo aquí a todo el que desee leerlo procesos y situaciones internas e intensas que, imagino, escandalizan a muchos. sin embargo eso no evita que sea tímido, y he sentido esa timidez intentando comentar estas imágenes que ahora publico. sin embargo eso me ha servido para crecer y evolucionar. mi AMO me ha enseñado que ya no tengo intimidad, que mi intimidad no me pertenece y que EL quería que las comentara y buscara palabras para ilustrarlas. yo he agachado la cabeza y le obedezco humildemente.


16 pares de botas, 32 botas en total, fueron puestas en el pasillo de la casa de mi AMO. como se ve yo estaba en ropa interior, con la capucha puesta, las botas sendra que mi AMO quiere que lleve y tenía las manos atadas a la espalda con una correa que se unía al collar que llevaba al cuello.
me ordenó arrodillarme delante de todas las botas. fue muy intenso, porque no me sentía nada, me sentía un esclavo suplicando. EL no paraba de tomar fotos, quería dejar constancia de mi humillación para poder verla luego. fue una humillación que para un esclavo lo mejor que le puede pasar, lo mejor que le podía pasar nunca. en la humillación el esclavo se encuentra, se renueva y se forja aún más fuerte. viéndome así no me reconozco, con la capucha puesta. efectivamente borra la identidad, me convierte en un objeto sin rostro, siempre a disposición de mi AMO.


pero no quedó la cosa así, a una orden suya fui besando y lamiendo todas y cada una de la botas que estaban allí colocadas. cada lamida significaba honrar a mi AMO, venerarlo, someterme a su voluntad, entregarme a EL. en aquel momento no había nada más importante, sólo es. el tiempo se había detenido, el mundo se había parado, yo sólo existía para lamer sus botas. debido a como estaba atado, cada vez que lamía una bota tenía que levantarme y arrodillarme de nuevo. a veces conseguía lamer dos a la vez, pero inmediatamente tenía que volver a levantarme y arrodillarme: un ritual que daba sentido a lo que vivía. cuando terminé tenía las rodillas doloridas, mi boca sabía a cuero, y mi espíritu estaba de rodillas ante mi AMO:

2 comentarios:

Zvezdomed dijo...

La colección de botas de tu AMO es increíble y tú realmente afortunado por que te permite lamerlas.
Un saludo para tu AMO y otro para ti.

esclavobotas302001 dijo...

gracias por el saludo Señor. sin duda efectivamente me siento muy afortunado y agradecido por haberme encontrado con mi AMO, o más correctamente, que EL me haya encontrado a mi.