desde distintas perspectivas, desde distintos ángulos, siempre se vuelve a lo mismo: las botas. ya no sé si es porque soy un esclavo o soy un esclavo y las veo así porque me gustan. tampoco importa demasiado. el hecho es que botas y estar de rodillas son casi una misma cosa para mi. como los asiduos habrán podido comprobar esta tiene un añadido extra: el pantalón de cuero. pero las botas son casi unas botas imposibles, tan largas que dan miedo. a mi, con el pie tan grande que tengo, me costaría mucho ponérmelas. de lo que no tengo duda es de que no me costaría nada lamerlas.
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