viernes, 18 de junio de 2010

minirelato LXXV

estaba a la altura justa, la suficiente para que sus pies rozaran el suelo pero que no pudieran apoyarse en ellos. tenía las manos libres, pero las tenía muy ocupadas sujetando la cuerda que tenía alrededor del cuello y que lo estaba asfixiando. sólo pensaba en qué pasaría cuando le flaquearan las fuerzas.

No hay comentarios: