jueves, 17 de junio de 2010

en la moto de mi AMO XLVII

el temblor se iba haciendo cada vez más evidente. las palabras de mi AMO iban haciendo su efecto y, aunque no podía ver su cara por la capucha de latex, me di cuenta de que se estaba desmoronando. estaba viendo la escena como espectador, desde fuera. no sé qué había pasado antes pero podía suponerlo. mi AMO le había permitido follarme, haciéndolo concebir esperanzas inútiles, que no eran nada. le hizo creer que no podía negarse a aceptarlo como esclavo, de que mi AMO lo necesitaba y le gustaba. y ahora estaba allí, descubriendo que todo había sido una fantasía suya, que mi AMO ya tenía un esclaov y que podía tirarlo fuera con una patada sin perder nada. comprobé que más humillante que ser nada, como yo en estos momentos; era creer que eras algo y descubrir que en el fondo no lo eres.
la sutileza de la reflexión y de la acción me pareció de una crueldad extrema. y mi AMO seguía desmontándolo en una supuesta conversación conmigo.
-¿Qué te parece? quiere ser como tú, mi perro; que le cuide como a ti ¿Crees que se merece llevar mi collar?
por supuesto no abrí la boca. aquella pregunta no era para mi. sus hombros se hundían cada vez má, a la vez que se iba encogiendo poco a poco. ¿sería consciente de cómo lo estaba manipulando, o sencillamente había entrado ya en esa dinámica de sentirse perdido sin saber qué hacer?
por supuesto sabía que mi AMO lo había usado, tal vez esa noche, tal vez en alguno de los momentos en que estuve encerrado. le había dado esperanzas, lo había utilizado como me había utilizado a mi y ahora lo tenía justo donde quería.
me sorprendió y maravilló la calma con la que seguía hablando mi AMO, la suavidad con la que me acariciaba. se había creado una atmósfera especial, tensa. yo restregaba mi mejilla con el pantalón de cuero de mi AMO, sabiendo que aquello le hacía hundirse un poco más. la siguiente pregunta no iba para mi.
-¿Sigues queriendo que te acepte como esclavo?
Miré fijamente al otro esclavo. levantó la vista y afirmó con la cabeza a la vez que gruñía cada vez más alto. supe que estaba fuertemente amordazado bajo la capucha. sus gemidos cada vez eran más audibles, intentando decir que sí, pero no se oía nada claro. pronto su cuerpo intentó afirmarlo también y se agitó. entonces me di cuenta de que, además, estaba esposado. intentó liberarse moviendo las manos, agitándolas más bien. seguí intentando decir que sí mientras mi AMO permanecía impasible, acariciándome la cabeza. en uno de estos momentos cayó hacia delante y su cabeza tocó el suelo. entonces quedó así, respirando agitadamente, como si no pudiera o no quisiera levantarse.
entonces la mano de mi AMO se detuvo. se levantó tranquilamente mientras lo miraba expectante. en dos zancadas cruzó la distancia que nos separaba a los dos esclavos. su rostro estaba completamente inexpresivo. se bajó la cremallera y sacó su poya. estaba dura, muy dura. todo aquel ritual le había excitado mucho. se puso un condón y se arrodilló. más que meter la polla acercó el culo hasta metérsela hasta el fondo. las embestidas fueron secas, fuertes, profundas mientras el esclavo gemía bajo la capucha. supuse que debía estra gritando, pero la mordaza sólo dejaba pasar gemidos. la agitación de mi AMO era intensa pero su cara seguía completamente inexpresiva. supe que se había corrido porque las embestidas finalizaron. sacó la polla, se levantó y salió de la habitación. el esclavo quedó allí, en la misma postura, gimiendo, temblando. debajo de la capucha de latex supe que estaba llorando. lo que no tenía claro es si era de tristeza o de alegría.
(continuará)

1 comentario:

Anónimo dijo...

"más humillante que ser nada, era creer que eras algo y descubrir que en el fondo no lo eres".Frase digna de destacar.
Eria.