ví como los amigos de mi AMO sonreían. EL acercó su mano enguantada a mi cara y metió un dedo en mi boca. el sabor del cuero me inundó y comencé a chuparlo, cada vez más profundamente. mi AMO se volvió y siguió hablando con sus amigos, que me echaban algunas miradas esporádicas. no prestaba atención a la conversación porque mi tarea era satisfacer a mi AMO. supuse que todo el bar me miraba, allí, a cuatro patas, chupando el guante de mi AMO, pero no sentía vergüenza, nada, sólo sumisión. de pronto sacó el dedo de mi boca y seguí su recorrido hasta la mesa, donde cogió una botella de cerveza que se llevó a los labios. bebió pero me di cuenta de que no había tragado. entonces me miró fijamente y esperó unos segundo. reaccioné y me situé con unos pocos movimientos bajo El. levanté la cabeza y abrí la boca. entonces EL derramó la cerveza en mi cara. casi toda cayó en mi boca, pero no pude evitar que alguna cayera por mi cara, goteando sobre sus botas. en cuanto me relamí para evitar que siguiera cayendo, me incliné y comencé a limpiar sus botas.
-Es un buen perro- escuché
-Si que lo es-dijo mi AMO
-Lo tienes bien adiestrado, ¿me lo venderías?
-No está en venta. por ahora me satisface y me gusta lo que hace. además aún tiene cosas que aprender.
aquella conversación me llegó lejana, mezclada con el ruido del bar y con la múscia. fue casi como si no la estuviera oyendo, pero me golpeó profundamente. nunca me había planteado la posibilidad de que me pudiera vender, de que pudiera ser objeto de una transacción de algún tipo. si embargo era un esclavo y los esclavos son una propiedad, y las propiedades se pueden vender y comprar. EL no había pagado nada por mi, pero había invertido tiempo y dinero para convertirme en lo que era ¿le daba eso derecho a venderme?
terminé de limpiar las botas y cuando estuvieron brillantes me volví a acurrucar a sus pies, esperando.
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