parecía que lo iban a electrocutar, sujeto por anchas correas a una silla de madera. sólo podía mover los dedos de las manos y de los pies. cuando se acercó y le metí la pastilla en la boca, se resistió, pero al final la tragó. la fuerza del alucinógeno le indicó que iba a pasar un viaje muy malo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario