en los días de mucho trabajo noto que me alieno de verdad, que dejo de ser yo, auténticamente yo. es justo lo contrario que me ocurre cuando estoy sirviendo a mi AMO u obedeciendo sus órdenes. entonces me siento realmente yo. en nuestro mundo capitalista equivocamos y confundimos muchas veces el ser con el hacer y pensamos que es mejor el que hace mucho que el que es mucho. creo que el bdsm pone esto en duda también. el bondage, por ejemplo, es una acción inactiva, donde el ser es más importante que lo que haces, sobre todo porque no puedes hacer nada, como el de la foto. el esclavo que está dentro del saco y sujeto a los postes de la cama, no puede hacer nada; solo ser, esperar y, de esta forma, enfrentarse consigo mismo, verse las caras de frente, sin posibilidad de huída, ni de esconderse en la música, las relaciones, la televisión o el ruido de la vida cotidiana. porque está sujeto, atado y dominado, no puede sino mirarse en su interior. poca gente puede hacer esto, porque la mayoría tenemos miedo de mirar y que no nos guste lo que vemos.
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