domingo, 13 de diciembre de 2009

minirelato XLIX

sus nuevas sendra brillantes hacían un ruido enorme por el reluciente pasillo, las miró mientras caminaba, viendo cómo sobresalían de sus pantalones de cuero. se sentía bien con su ajjustada camiseta negra y su gastada chaqueta vaquera, el pelo al cero y la barba recortada. cuando cruzó la puerta vio las gradas abarrotadas. dejó los papeles encima de la mesa y comenzó. "Hoy estudiaremos la teoría de la relatividad".

1 comentario:

Unknown dijo...

porque las oscuras fantasias del bdsm pueden estar en cualquier lugar...y en la persona menos esperada....


un beso de tu amiga