viernes, 13 de noviembre de 2009

esposado e indefenso

normalmente, en la simbología tradicional, la expresión corporal para pedir algo, para suplicar algo, es con las manos y las palmas hacia arriba por delante del cuerpo. en cuanto vi esta foto se me antojó que, al igual que otras cosas en el bdsm, se produce una inversión. las palmas están a la espalda y no del todo hacia arriba, pero el efecto es el mismo. no hay que ver la cara ni el resto del cuerpo para darse cuenta de que este esclavo está indefenso.
en las últimas semanas me siento más o menos así, aunque no esté esposado ni lleve las palmas a la espalda. supongo que esto es parte del trabajo de la vida durante este tiempo, es decir, aprender a vivir en distintas circunstancias. ¿se puede vivir así, con las manos sujetas a la espalda? la pregunta se parece a esa de ¿se puede ser esclavo las 24 horas del día? como una cuestión práctica parece evidente que no, porque el más simple acto se convierte en algo imposible: comer, ir al baño, conducir... sin embargo sigo pensando que a nivel emocional y psicológico es posible. es posible sentirse indefenso delante de alguien de forma permanente, es posible temblar ante una palabra, una voz, un mensaje de alguien que tiene autoridad sobre nosotros. es posible sentirse de pendiente de alguien, incluso que está lejos y que tal vez ha dado un paso atrás, pero que no ha desaparecido del todo.
esa es la diferencia entre la dominación física y la psicológica. la primera termina cuando se abren las esposas; la segunda no.

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