lunes, 16 de noviembre de 2009

entre capuchas

ya he hablado otras veces de las capuchas como elementos de deshumanización, de despersonalización. en la medida en que cubren el rostro impiden ser reconocidos, impiden que seamos quienes somos. esto le permite al amo convertirnos en lo que El quiere que seamos, sencillamente.

si además se combina con el bondage, no sólo se limita la identidad, sino también la movilidad. ya no somos lo que somos ni podemos hacer lo que queremos. estamos doblemente limitados, doblemente reducidos, doblemente sometidos.

sólo se puede esperar, intentar sentir algo, oir algo que nos indique por donde puede venir lo que tenga que venir. una capucha aumenta los sentidos y la sensibilidad, nos vuelve más atentos, más serviciales, más pendientes de todo. y si sólo está el AMO eso nos hace más pendientes de EL.

¿se puede pedir más? desde luego un esclavo no puede hacerlo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonitas fotos, a ver si animan los comentarios que desde "los últimos acontecimientos" están algo decaídos. Por cierto, resultaron muy interesantes los comentarios críticos del Amo Miguel y sobre todo su oportunidad. Siendo tantos los sumisos y la mayoría tan parlanchines como nosotros, la irrupción despiadada de un Amo justo en el momento peor para tí, te puso y de paso nos puso a todos nosotros en nuestro sitio.

Anónimo dijo...

nunca había pensado que se pudieran catalogar así; "últimos acontecimientos", pero creo que es un buen nombre. en cualquier caso gracias por tu comentario. nunca he dicho que la intervención del Amo Miguel me pusiera, pero parece que a ti si, jejejee. si, a ver si esto se anima.

Anónimo dijo...

Ya te digo que sí, y también tus sumisas contestaciones. Por cierto soy dogsum (no hace falta que añadas el comentario, es que se me olvidó escribirlo).