decálogo IX. lo bello, el bien, la verdad

9.para un esclavo no existe ni el bien, ni la verdad, ni lo bonito. para un esclavo sólo existe lo que su AMO dice que está bien, lo que su AMO dice que es verdad y lo que su AMO dice que es bonito. habiendo renunciado a su voluntad y tras someterse a su AMO, sólo su criterio es válido y prevalece sobre lo demás. el esclavo puede tener opiniones pero no tienen ningún valor más allá de lo que el AMO quiera darles. en caso de diferencias sobra decir que el AMO tiene la última palabra, la única palabra. pero puede darse el caso de que el esclavo tarde en descubrirla. una vez descubierta, no hay más que hablar, se convierte en ley y cuando la ley se inflinge se debe castigar. por tanto el AMO tiene el derecho de castigar cuando, como, donde y por las razones que considere oportunas. no hay recurso posible, no ha y discusión posible, sólo obediencia y aceptación del castigo. porque el AMO solo desea adiestrar al esclavo y llevarlo a sus más altos niveles de excelencia, el esclavo debe aprender constantemente y por todo su medios.