hoy comienza la parte más importante de la semana santa, que está plagada de dolor y sufrimiento. sin duda si fuera masoca sería mi momento preferido del año. soy consciente del riesgo que sufro de ser considerado sacrílego, pero la imaginería se impone: látigos, torturas, sangre y, al final, la muerte. independientemente del que lo sufre, no puedo evitar reflexionar sobre el sufrimiento y de nuevo me viene ideas que están fuertemente asentadas en mi. como el de semana santa, creo que el sufrimiento por sí mismo no tiene sentido. sin embargo cada día le veo más sentido al sufrimiento con un objetivo, como purificación. actualmente sería una forma de vencer mi orgullo, que está bastante crecido y que nunca es buen compañero de un esclavo. ya nietszche dijo que el cristianismo había introducido al moral del esclavo, lo cual es un obstáculo si aspiras a ser libre, pero que es muy conveniente si eres un sumiso, o aspiras a serlo. por eso es posible y necesario aplicar al esclavo esas virtudes: humildad, paciencia, constancia, sumisión a la autoridad, negación de uno mismo, etc. el dolor, como bien dio cuenta la iglesia mucho antes, puede ser una buena forma de conseguirlo. al final va a ser cierto que la semana santa es la fiesta de los esclavos.
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