la siguiente vez no desperté yo, me despertaron desatándome y arrastrándome entre dos. a duras penas podía seguirles porque los pies no me respondían de lo entumecidos que estaban cada uno me sujetaba un brazo que habían doblado a la espalda. era una medida innecesaria porque no tenía fuerzas para enfrentarme a ellos. caminamos por un suelo que parecía de cemento. doblamos varias esquinas y nos detuvimos. entonces me quitaron las bolsas que mantenían mis puños cerrados, me dieron un empujón y choqué con una pared. luego nada. me quedé quieto un rato.luego comencé a tantear la pared. era de cemento. la recorrí hasta una esquina, luego hacia la otra. no tenía más de dos metros. me di cuenta inmediatamente que estaba en una celda de pocos metros cuadrados.tanteando pude comprobar que era de cemento u hormigón, con un bloque como de metal que supuse hacía de cama y un retrete. la puerta parecía de metal. una vez tanteada la estancia me senté en la "cama" y palpé mi cabeza. efectivamente pude comprobar que tenía la capucha puesta. se cerraba con un candado que ajustaba un collar alrededor del cuello que por delante tenía una argolla. seguí tanteando y comprobé que la mordaza, efectivamente, tenía un orificio por el que habían introducido la comida hasta ahora. seguía sin ver nada y lo más extraño es que no había oído nada, ni siquiera la puerta la cerrase cuando me metieron en la celda.
apoyé la espalda en la pared y esperé, esperé y esperé.el tiempo pasaba sin que nada ocurriera. al menos no sentía frío, ni calor. curiosamente la temperatura ambiental era perfecta. ya mi mi percepción del tiempo había desaparecido hacía bastante. no tenía ninguna referencia y podían haber pasado varias horas, días o semanas, no lo sabía. tanteando me acerqué a la puerta y le di un golpe. tuve que haber sonado pero yo no oí nada. después de la sorpresa inicial seguí aporreando. debía hacer un ruido enorme pero no lo oía. entonces de pronto, cuando fui a golpear la puerta desapareció. supongo que la abrirían. solo se que cuando mi mano no la encontró, lo siguiente que sentí fue una descarga eléctrica que recorrió todo mi cuerpo y que hizo que se convulsionara salvajemente. luego, otra vez ese olor tan penetrante y la inconsciencia.el frío me despertó. estaba completamente desnudo, con las manos esposadas a la espalda, con las palmas hacia fuera, en el suelo. tenía la capucha puesta y noté algo en el pene pero no supe lo que era porque no pude tocármelo. se habían llevado la cama y sólo quedaba el retrete.aquello era un castigo. lo comprendí enseguida, era un castigo por haber golpeado la puerta. como pude me levanté y me senté en una esquina temblando de frío y miedo. me hubiera gustado poder decirles que lo había comprendido y que no volvería a pasar, que había aprendido la lección y que haría lo que me ordenasen. pero no podía hacerlo.
(continuará)
No hay comentarios:
Publicar un comentario