viernes, 14 de marzo de 2014

FdD veneraciones

que el Dueño no esté presente no es excusa para la desobediencia. el esclavo obedece por temor al castigo, o por devoción, pero, sobre todo, porque está en su naturaleza hacerlo. el esclavo llega a venerar los instrumentos de su sumisión: la fusta, el látigo, la cruz o, como en este caso, la silla donde le atan. es una silla normal y corriente pero que ha sido adaptada con argollas y anillas para sujetar al esclavo. el esclavo se inclina ante ella, tal vez porque allí es donde ha pasado sus momentos más auténticos, transparentes y profundos. esa silla es su mundo, al que pertenece y el lugar donde quiere estar.

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