a pesar de la pretendida igualdad en la que vivimos, hay palabras que valen más que otras. las palabras de un mentiroso no valen nada, o las de alguien que nos ha engañado. de igual forma la palabra de un sabio vale más que la de un ignorante.la palabra de un esclavo vale lo que su Amo quiera que valga. es el Amo quien establece su valor y las cosas valiosas son aquellas que escasean. por eso el esclavo debe permanecer mucho tiempo en silencio, que puede ser obligado con una mordaza, u ordenado por una orden. los actos, no las palabras, deben hablar por el esclavo. por eso su silencio debe ser lo más elocuente de él. como esclavo desconfiaría de un Amo que no tiene una gran profusión de mordazas, aunque tampoco son necesarias. un simple pañuelo, o cinta americana son objetos comunes y muy efectivos. cualquier cosa con tal de enseñar al esclavo que su silencio es mejor que sus palabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario