hay que confesar cuando se comete una falta. para un esclavo la confesión purifica porque prepara para el castigo que mereces por no haber obedecido. este esclavo confiesa públicamente una falta porque hy fue a la facultad sin el cockring. sencillamente se le olvidó con las prisas. también es verdad que ayer y anteayer, al estar en el trabajo, no lo llevé, y eso creó una dinámica que se prolongó hasta hoy. parece una tontería pero es en las cosas pequeñas donde uno se juega su compromiso y lo que le ha marcado. esto demuestra que gran parte del entrenamiento del esclavo es hábito, costumbre, dinámicas que se perpetuan hasta integrarse completamente. cuando se rompen por alguna razón, y no están aún plenamente asumidas, se corre el peligro de perderlas.
mi AMO me ha dicho que, por esta vez, me perdona, porque entiende la situación por la que está pasando este perro, algo que le agradezco.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo
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